La Casa Blanca destaca la erosión de derechos humanos y la falta de cumplimiento en acuerdos electorales
En un comunicado emitido este martes, la Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden ha decidido prorrogar por un año la declaración de emergencia nacional sobre Venezuela. La medida, establecida en 2015 mediante un decreto, subraya la "amenaza" que representa para la seguridad y la política exterior de Estados Unidos, destacando la persistente erosión de garantías de derechos humanos en el país caribeño.
El decreto denuncia diversas violaciones, incluyendo la persecución de opositores políticos, restricciones a la libertad de prensa, el uso de la violencia en respuesta a protestas antigubernamentales, detenciones arbitrarias de manifestantes, y la creciente presencia de una importante corrupción. Estas condiciones "continúan representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos", según el comunicado.
Washington, que no reconoce la reelección del presidente venezolano Nicolás Maduro en 2018 por considerarla fraudulenta, ha impuesto sanciones al país. Aunque el gobierno de Biden levantó parcialmente algunas sanciones el año pasado como gesto de buena voluntad tras un acuerdo con la oposición, el reciente anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre las elecciones presidenciales del 28 de julio ha aumentado las tensiones.
El CNE, de línea oficialista, confirmó la celebración de las elecciones con Maduro como candidato natural a la reelección, mientras la oposición se ve afectada por la inhabilitación de su principal aspirante. Este hecho incumple uno de los requisitos del acuerdo de octubre, según el gobierno de Biden, que acusa a Maduro de no cumplir con los compromisos electorales.