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Caracas, 24 de marzo de 2024
Hoy, en el Domingo de Ramos, una venerada tradición revive en las calles de Caracas: los Palmeros de Chacao, una manifestación arraigada en la fe y la historia, se preparan para llenar la ciudad con su fervor religioso, recordando así más de dos siglos de devoción.
Desde 1776, esta emblemática procesión ha sido un símbolo vibrante de fe, tradición y respeto por la naturaleza. Su origen se remonta a un momento crucial en la historia venezolana, cuando la capital se vio asolada por una epidemia de fiebre amarilla. En ese entonces, el párroco José Antonio Mohedano, en un acto de profunda fe, prometió organizar una procesión anual para recolectar palmas del cerro El Ávila si la enfermedad cesaba.
La promesa del párroco no solo brindó esperanza a los caraqueños, sino que también marcó el nacimiento de una tradición que ha perdurado por generaciones. La historia de los Palmeros de Chacao es testimonio no solo de fe y devoción, sino también de la capacidad de la cultura, la fe y la comunidad para unirse en tiempos de crisis.
Cada año, durante la Semana Santa, los devotos inician el camino hacia la tradición con el ascenso al cerro El Ávila el primer sábado de Cuaresma. Guiados por su fe y determinación, enfrentan el desafío del empinado terreno, entrelazando la oración y el canto con el esfuerzo físico. Su llegada se celebra con la vibrante "Parranda de los Santos Inocentes de Caucagua", un despliegue de colores, música y alegría que anuncia la víspera de la Semana Santa.
Este año, el 24 de marzo, los devotos de Caracas se unirán a los Palmeros de Chacao en una procesión que dará inicio a la Semana Mayor. Las calles se llenarán de fervor religioso, recordándonos el poder de la fe y la unión en la superación de las adversidades.
La tradición de los Palmeros de Chacao, arraigada en la historia y la fe, continúa siendo un faro de esperanza y unidad para la ciudad de Caracas, recordándonos la importancia de mantener viva la llama de la tradición y la devoción en tiempos de incertidumbre.
